Otro libro fascinante sobre administración de empresas, es “Driving Honda”, que podría traducirse en “Manejando Honda”, escrito por Jeffrey Rothfeder. Está en Amazon y también en Ibooks.
Cuenta el autor que la cultura de la empresa Honda se definía por una serie de principios, entre los cuales resalta los siguientes:
- Responsabilidad individual por sobre órdenes corporativas;
- Simplicidad por sobre complejidad;
- Toma de decisiones basadas en hechos observables y verificables, no sobre teorías o presunciones;
- Perpetuo cambio, entre otros.
Desde nuestro punto de vista, el último principio es uno de los más importantes. Hemos observado que muchas empresas trabajan de la misma forma que lo hacían hace 5, 10 e incluso más años. Piensan que si alguna vez les fue bien con un determinado sistema, proceso o tecnología, “no hay que hacer cambios”. Nosotros creemos que esa forma de pensar es camino seguro hacia el desastre.
¿Qué podemos recomendar?
Hacer un análisis semanal de los resultados que arrojan los indicadores, con todas las personas involucradas en esos resultados, para analizar conjuntamente qué se puede mejorar. Será función de la persona que dirija la reunión asegurar que se escuche en forma respetuosa todas las ideas que los diferentes participantes den, de forma de fomentar la proactividad y la creatividad. Después, es importante levantar acta de lo conversado y acordado y hacer seguimiento semana a semana de los avances logrados en los puntos acordados.
Partir con la revisión del acta de la semana pasada y de los indicadores de los resultados, permite tener un orden de lo que se revisa en la reunión. Pero ese orden sólo sirve de algo si después se crea desorden, aunque suene extraño. En efecto, la idea de la reunión es que todos comenten los resultados y propongan alternativas para mejorarlos. Mientras más opiniones den los participantes, mejor!! De hecho, el autor del libro nos dice que para Honda “las diferencias –paradojas, dialécticas, argumentos y desacuerdos– son la esencia del perfeccionamiento continuo”.
¿Qué sucede si entre los participantes no hay acuerdo?
En este caso, obviamente, quien dirija la reunión deberá adoptar la decisión final. Esto, después de haber escuchado los pros y contras de cada una de las opciones propuestas. Por eso, es fundamental que la persona que dirige la reunión entienda lo que se habla y esté sumamente atento a todas las diferentes proposiciones..
Hemos utilizado este sistema de trabajo durante años… lo recomendamos.
Si quieres hacernos alguna consulta sobre este tema, encantado te podremos dar una opinión.
